Muy apreciado señor
Percy Llanos:
Sorpresa y asombro tan grandes han causado su estimada
invitación de amistad
que he quedado atónito y casi incapaz de
reaccionar. Ignoro de qué manera ha
llegado Ud. a mi perfil pero
le agradezco profundamente su invitación. Su estilo, su voz y el
contenido de sus programas fueron casi un modo de vida
a seguir,
al menos para mí, a principios de los años '70.
Escuché sus
programas tanto como era posible ya que en aquellos
años mi horario de
trabajo no siempre lo permitía. Después, alguna
noche, se notó su ausencia en
las noches de Radio Universidad y
confieso que la causa nunca la conocí,
espero que haya sido por
mejores horizontes. No quisiera hacer de este agradecimiento una
letanía ya que espero tener una
comunicación más despojada de
emoción en el futuro. Le reitero mi afecto, admiración y, si su actividad
le permite, retomar aquel
diálogo interrumpido hace solo 40 años.
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Saludos Percy, mis
respetos, memoria y afecto de siempre.
Buenos sueños! Buena Vida!
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Lo mismo para vos
Ricardo. Por alguna extraña razón siempre
te consideré mi dilecto amigo, pese
al "tiempo y a la distancia"
como reza el bolero de mi buen amigo
Portillo de la Luz. Tal vez
haya sido por el afán de protección que el ser humano
busca con
sus pares (perdona por esto). El tener gente que sintonice la
misma
frecuencia, vale mas que un ejercito con misiles nucleares y más en
aquella época. Fuiste y ahora más, sos mi amigo. En noches pasadas
te
recordé en el programa de Silvia Robles.
Gracias por tu generosidad sigamos en contacto. Te recomiendo
escuchar a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela dirigida
por Gustavo Dudamel y a una pianista venezolana que se las trae
Gabriela Montero. Como estoy en
Caracas, me vinieron a la mente
estos dos queridos amigos que comparto con
vos dilecto y querido
amigo cordobés.
Un abrazo fraterno.
Percy Llanos
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